En estos momentos en que se esta tramitando la LOMCE, en el que la conselleria quiere implantar un bachillerato de excelencia en el IES nº 1 de Xeste, me gustaria hacer unas pequeñas reflexiones sobre esta etapa educativa, y más cuando en este último bachillerato, el de excelencia, será con un ratio de 30 alumnos, dotado de personal extra para atender las nuevas necesidades de este alumnado, contradiciendo lo que nos encontramos en los otros bachilleratos, con una ratio de más de 40 alumnos y con menos personal.
El bachillerato ha sido una etapa educativa bastante estable, en cuanto a estructura , objetivos y currículo, a través de los textos legislativos, LOGSE, LOCE y LOE, producidos en los últimos veinte años. Tampoco hay diferencias en los objetivos que las tres leyes han asignado al Bachillerato, de una parte su función terminal y de otra su función propedéutica.
Sin embargo, una cuestión recurrente a lo largo del tiempo es si el Bachillerato actual cumple adecuadamente los fines que se le atribuyen, o si existe una discordia efectiva entre sus objetivos y los programas con los que se pretende conseguirlos.
Una crítica muy generalizada es la de que los curriculos de las tres modalidades del Bachillerato resultan excesivos para su duración de solo dos cursos. Hasta el momento, los responsables políticos han propuesto dos soluciones que son coincidentes en no ampliar la duración de las etapas de secundaria postobligatoria: de una parte, se propuso modificar el útlimo curso de la ESO, utilizando su carácter orientador para introducir una opcionalidad muy orientada hacia Bachillerato o hacia los estudios profesionales de Grado Medio; o en otra parte, se plantea convertir directamente el 4º de ESO en primero de Bachillerato, o en primero de Formación Profesional, con lo que el Bachillerato aumentaría a tres años, a costa de que la Educación Secundaria Obligatoria, que es básica para toda la población, perdiera un año.
Otra linea crítica sobre el actual Bachillerato se centra en la falta de interés, esfuerzo y rendimiento de su alumnado, en el precario nivel de sus contenidos y en el exiguo valor de sus resultados. Desde esas posiciones, particularmente más políticas que educativas, e insistiendo en la perniciosa vía de la segregación del alumnado, ha surgido el invento del Bachillerato de Excelencia que, reservado a un alumnado académicamente brillante e impartido en Institutos de Excelencia, en nuestra comunidad en el IES nº1 de Xeste, de ninguna manera puede influir en la mejora generalizada del Bachillerato y seguramente para los propios bachilleres de excelencia, es condenable por contravenir los más elementales principios de equidad educativa.
Ante esta problemática y en relación a la mejora del Bachillerato, pienso que es necesario, como educador, considerar lo siguiente: la ampliación de un año en la duración del Bachillerato en modo alguno ha de hacerse recortando la duración de la ESO; es necesario abrir un debate público sosegado sobre las enseñanzas postobligatorias y acerca de los objetivos, los contenidos curriculares, la estructura y su duración; hay que adecuar la normativa para permitir que el Bachillerato pueda cursarse en dos o tres años, con un sistema de creditos y de acuerdo con las condiciones personales de cada alumno y alumna; sobre todo hay que asegurar en la red pública la accesibilidad del alumnado a las tres modalidades del Bachillerato y a toda la opcionalidad de materias que en cada una de ellas se contempla por ley; hay que eliminar el requisito de un numero de alumnos para ofertar e impartir una materia; sobre todo hay que bajar a 25 el número máximo de alumnos por clase ( y no solo en el bachillerato de excelencia), estableciendo un máximo de 15 para las materias de contenidos más prácticos; extender los desdobles; incrementar las plantillas del profesorado; asegurar un sistema adecuado de becas y por último potenciar y mejorar la oferta pública de Bachillerato de adultos y a distancia para favorecer la compatibilidad entre trabajo y estudio.
Ximo Estal
Secretario General de Enseñanza de Comisiones Obreras del Camp de Morvedre
