La responsable de Cultura y Archivo Municipal del Ayuntamiento de Sagunto, entre otras competencias, la socialista Ana María Quesada, ve con buenos ojos que desde otras instancias de la administración, en este caso la autonómica, se preocupen por el futuro del archivo minero siderúrgico: «Me encanta que desde la Dirección General de Patrimonio se preocupen por el Archivo industrial. Cuantas más personas y partidos se interesen por algún tema, más fácil será que salga adelante». Sin embargo, la edil no comparte la idea de que este tesoro documental salga de Sagunto: «Sacar el archivo del municipio no lo contemplamos», afirma.
En todo caso, en la reunión que mantuvo Ana María Quesada con el titular de la Dirección General de Cultura, Sergio Arlandis López, sí que le planteó la posibilidad de que pudieran aportar ayuda económica para acelerar los trabajos de catalogación del archivo, según detalla la responsable del archivo municipal: «Le indicamos al director general que si bien no contemplábamos que el archivo saliera de Sagunto, sí que necesitábamos otras cosas y si realmente estaban dispuestos a trabajar el archivo, en esa parte sí nos podían ayudar. Disponemos de una partida económica para los trabajos de catalogación, aunque no será suficiente, por lo que le pedimos que nos ayudaran económicamente para esa tarea, aunque a esta petición nos dijo que no».
Es un hecho que las miles de cajas que contienen todo este fondo documental, tanto de la Compañía Minera de Sierra Menera como de la empresa siderúrgica AHM, lleva alrededor de cuatro décadas yendo de un sitio para otro, en condiciones de conservación lamentables y sin catalogar, aunque desde el consistorio se tiene la intención de que esta situación empiece a cambiar para mejor.
La concejala reconoce que el estado del archivo es muy mejorable: «El archivo está en cajas, está almacenado, no está en la situación ideal, lleva así años. Antes, cuando estaba en la antigua nave de repuestos, estaba peor que ahora. Este archivo lleva ya 40 años dando vueltas. El personal técnico, cada vez que hay un episodio de lluvias, se pasa para comprobar cómo está. Hasta ahora no hemos tenido ningún problema, ni de inundaciones ni de otro tipo».
Pero, después de cuarenta años, parece que ya le ha llegado la hora, en este sentido, Ana María Quesada anuncia los primeros movimientos: «El archivo se va a trasladar. Tenemos una nueva nave donde ubicarlo de forma adecuada. Esta nueva instalación está dotada de estanterías, porque, en su momento, ya albergó archivos de la Generalitat, por lo que está completamente preparada para acoger ese archivo de forma adecuada y, además, nos permite trabajarlo, almacenando caja a caja, no en palets, como está ahora, que eso es super complicado. Hay que tener en cuenta que estamos hablando de 7.000 cajas en total. Pero en esta nueva ubicación también dispondremos de un espacio para poder ir trabajando toda esa documentación».
Este traslado de todo el fondo documental se espera poder acometer antes de finalizar el próximo mes de junio. Una vez que todo el archivo se acomode en la nueva ubicación, se iniciarán las labores de catalogación con los documentos de la Compañía Minera de Sierra Menera, según explica Ana María Quesada: «Ya estamos trabajando en una propuesta para tener catalogada la parte de Sierra Menera, que es la que ya se trabajó en su momento. Hay unas 200 cajas de Sierra Menera que sí están localizadas, pero el resto no, está todo junto. Entonces, en este traslado, una de las primeras tareas será hacer esa separación, incluso en la propia nave ya estarán separados para empezar a trabajar por la parte de Sierra Menera, que es la más antigua y se encuentra más avanzada. Lo que pretendemos es que, cuanto antes, haya documentación a disposición, incluso por secciones. No esperarnos a que esté todo hecho. Durante la primera fase del traslado, eso es lo que haremos, separar unas cajas de otras y ubicarlas en esta nave».
Más adelante, la edil de Archivos reconoce que las cosas de palacio van despacio: «estamos en la administración pública, sabemos todos los pasos y la burocracia que hay, incluso para formalizar un contrato de alquiler, porque tiene que reunir una serie de requisitos y estamos ahora en esa fase administrativa, pero con la confianza de que salga adelante y calculando ya que podamos hacer este traslado, como he dicho, en el mes de junio».
Una vez que el traslado se haya materializado, Ana María Quesada espera que en cuestión de un año ya se puedan ver avances notables: «La voluntad es, diría que, en el plazo de un año, tener a disposición el archivo de Sierra Menera. Estas labores las realizará el Ayuntamiento, que es el que tiene el encargo de velar por el archivo, pero siempre con el visto bueno de la Fundación del Patrimonio Industrial».
Sin embargo, una labor tan ingente, como es la de poner en valor las 7.000 cajas de documentos, va a requerir de un presupuesto económico muy cuantioso, aunque las disponibilidades son más bien escasas, según detalla la responsable del Archivo Municipal: «Disponemos de unos 60.000 euros para llevarlo adelante, aunque el Ayuntamiento destinará cada año, dentro del capítulo de inversiones, no de gasto corriente, una partida para esta finalidad. Lo que queremos valorar es cómo lo hacemos, si contratamos a una empresa que se encargue de hacer todo el inventario y demás, porque personal del Ayuntamiento sí hay, pero solo dos personas. No nos planteamos contratar más funcionariado, queremos buscar personal especializado que se haga cargo de la tarea y ahí entra otra opción, que es trabajarlo a través de una cátedra de la Universidad de Valencia».
No obstante, el gobierno municipar tendrá que decidir qué camino toma: «En ese proceso es donde estamos ahora mismo, en determinar cómo lo hacemos. Nuestra urgencia ahora es la de ubicar el archivo adecuadamente y preparar el de Sierra Menera para que esté disponible. Si lo podemos hacer con medios del Ayuntamiento y solamente con el apoyo de una empresa, para que sea más rápido y ágil, pues lo haremos así, si cuando se trate el material se comprueba que es más complicado de lo que inicialmente se pensaba, pues entonces recurriremos a la Universidad o bien a una empresa que se ocupe completamente del archivo», aclara.
Por otro lado, desde la delegación del Archivo Municipal no se descarta recurrir al patrocinio para mejorar la financiación de estos trabajos y así poder avanzar, adelanta Ana María Quesada: «Nosotros nos abrimos al patrocinio privado y hay alguna puerta que todavía no hemos tocado y que en algún momento tocaremos, incluso de compañías más grandes que no están solamente en el municipio. Hay varias opciones con las que queremos contar que todavía no se han abordado».
Es evidente que el Archivo Industrial no cabe en el edificio del futuro museo industrial, por lo que desde el Gobierno municipal ya barajan otro emplazamiento para este fondo documental. En este sentido, Quesada explica cómo lo piensan hacer: «Hemos hecho ya el intento de ubicar el archivo de Sierra Menera, al menos, en la parte que hay preparada para el archivo en el museo. El personal técnico lo ha valorado y duda seriamente de que quepa entero. Entonces, si no cabe entero no lo vamos a llevar. Luego hay otro aspecto a tener en cuenta, que el archivo se pueda conservar en condiciones de temperatura, humedad, etc. Finalmente hemos decidido que no irá al museo industrial».
En cuanto a la dinámica de funcionamiento del archivo a efectos de consulta, aclara Ana María Quesada que no será como una biblioteca y que funcionará de forma parecida al Archivo Municipal, es decir, se formulará la petición de los documentos a revisar y se traerán desde su emplazamiento para que se puedan consultar en una sala del Centro Cívico habilitada al efecto: «en principio, el depósito del archivo será esta nave, porque, ahora mismo, a nivel municipal, no tenemos ningún espacio para acoger el archivo como esta nave. En cuanto a la parte de consulta, exposiciones, conferencias, etc., creemos que un espacio agradable será el Centro Cívico. Lo que queremos es que este edificio sea un gran centro de estudio».
